El sector agroalimentario genera una gran cantidad de residuos orgánicos durante la producción, transformación y distribución de alimentos. Muchos de estos residuos tienen un alto potencial para ser reaprovechados, pero en la práctica suelen acabar como desechos sin valor añadido. En el marco de la economía circular y la sostenibilidad, se plantea la necesidad de buscar soluciones innovadoras que transformen estos residuos en recursos valiosos, impulsando nuevas cadenas de valor.
Este reto se enmarca dentro de una estrategia de innovación abierta, invitando a actores diversos (emprendedores, investigadores, agricultores, tecnólogos, estudiantes, empresas y ciudadanía) a aportar soluciones disruptivas y sostenibles que puedan escalarse en el territorio.